La manera en que van ocurriendo los hechos , de forma ascendente, hasta llegar al culmen es su fuerte atracción para el lector. Los acontecimientos en un principio quizás no estén muy conectados o no tengan mucha relación entre sí al principio, pero de ahí que la sorpresa casi siempre esté al final.
Juega mucho la descripción que ayuda a unir hechos para darle forma al argumento.
La lectura se hace activa y adictiva. Los interrogantes se suceden para finalmente darse la mano en un punto.
Se debe captar la atención del lector , desde el principio hasta el final. Ese es el condimento por excelencia.
El éxito está en la sencillez y no en la complejidad de datos y detalles.Un buen final (sin importar mucho a veces el trayecto del medio) es lo mejor y es lo que importa en este tipo de novelas.No ser prematuro en dar conclusiones en la lectura y dar el tiempo justo a que las cosas ocurran , eso , es clave. No es más importante conocer el "que pasó", que "como pasó".
Y por último, crear personajes que enganchen con acontecimientos imprevisibles que transmitan cierta tensión.
Esta podría ser una receta, a grandes rasgos, para escribir una novela de misterio.
Qué ustedes la disfruten!
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