Ha sido el acontecimiento literario del año 2014. Y creo que de hacerse un film de este libro, seguro
sería de éxito.
Las novelas de ‘La Reina Del Crimen’ han conquistado a millones de lectores. Es una
realidad. Admito que presumo de tener prácticamente la colección de todos sus
títulos pero este… es especial.
El empeño de Agatha Christie haciendo que el personaje
sacado de su invención ‘Hércules Poirot' estuviera presente en más de 33 novelas
y más de 54 relatos cortos parece no morir, al menos no todavía. Ahora la
autora inglesa de bestsellers Sophie Hannah, recoge el testigo y se hace responsable de sumergir al detective más
famoso del mundo H. Poirot, en otra intrigante historia ambientada en el
Londres de los años 20 (con la autorización de la familia de la gran Agatha
Christie como ya decía en la anterior entrada de este blog). Lo original y novedoso es
colocar al investigador en esta época ( 1929) sin perder ni un segundo en su reglamentario suspense. La escritora sigue insistiendo en la soltería del protagonista pero acentúa su reflexión,
siempre metódico aunque con un toque romántico. Esa podría ser la ‘radiografía’ de
su carácter. Y así desde este principal
a los demás personajes, son
moldeados psíquicamente con maestría al
gusto de la autora.
Señoras y señores así empieza el capítulo 1 ‘’Jennie la fugitiva’’:
—Lo único que digo es que esa mujer no me gusta —susurró la
camarera del pelo eléctrico. Fue un susurro en voz alta, fácilmente audible
para el cliente solitario del café Pleasant, que se preguntó si «esa mujer»
sería otra camarera o una clienta habitual del establecimiento, como él—.
¿Acaso es obligatorio que me guste? Si tú tienes otra opinión, eres muy libre.
—A mí me pareció simpática —replicó la camarera bajita de
cara redonda con menos convencimiento que un momento antes.
—Está así porque tiene el orgullo herido. En cuanto se
recupere, volverá a destilar veneno por la lengua. Es el mundo al revés. He
conocido a muchas como ella y no puedes confiar en ese tipo de gente.
—¿El mundo al revés? ¿Por qué lo dices? —quiso saber la
camarera de cara redonda.
Hércules Poirot, el único cliente del café, pasadas las
siete y media de la tarde de un jueves de febrero, comprendió lo que quería
decir la camarera del pelo eléctrico y sonrió para sus adentros. No era la
primera vez que le oía una observación perspicaz.
....
Y así una vez más, aunque Hércules P. es llevado por sus años a la serenidad de su retiro, no se resiste a ejercitar su ‘’materia gris’’.
Al final como en todas las novelas con el sello de A. C. ‘’nada
es lo que parece’’.
Pero una cosa si es cierta que Poirot vuelve después de 39
años y en particular.. ¡para quedarse en mi 'biblio de casa'!.